Declinación Magnética

DECLINACIÓN MÁGNETICA

Una brújula magnética apunta al norte magnético, no al norte geográfico. Cuando utilizamos una brújula esta se alinea con el campo magnético de la Tierra. Apuntando al norte magnético que es donde las líneas del campo magnético convergen.
Esto significa que una aguja de una brújula apuntará siempre al Polo Norte magnético, que es diferente del norte geográfico.

A esta alteración se le llama declinación magnética, el ángulo que forma la dirección de la aguja con la dirección Norte-Sur. La declinación magnética es el ángulo en un plano horizontal que forman el norte magnético y el norte geográfico o verdadero.
La declinación magnética (dm) además de variar con los años, varía según el lugar donde nos encontremos; por ello en las cartas náuticas viene dado su valor y su incremento o decremento anual.
 

 
 
En otras partes del mundo, lejos del Ártico, la aguja de una brújula generalmente no apunta hacia el Polo Norte magnético. A medida que uno se aleja del Polo Norte magnético, su distancia al polo geográfico se vuelve cada vez más irrelevante para la declinación magnética.
Las corrientes en el núcleo de la Tierra, así como los depósitos de hierro y otros elementos químicos en la corteza terrestre, desvían las líneas magnéticas en la superficie, esto causa variaciones geográficamente irregulares y siempre cambiantes en la declinación magnética.
 
En un mapamundi, estas variaciones suelen estar indicadas por líneas isogónicas. Estas son líneas que muestran áreas que comparten la misma declinación magnética.
 
Sin estas variaciones, la declinación magnética en el meridiano sur del Polo Norte magnético sería 0 porque tanto el polo magnético como el geográfico están al norte. Sin embargo, la declinación real en esa longitud está entre 10 y 20 grados en el ecuador. En la práctica, seguir una brújula hasta el Polo Norte magnético lo llevará allí, pero no por la ruta más corta.