Factores de Altitud
Cada año, miles de personas viajan a distintas montañas. Desafortunadamente, estos viajes pueden verse empañados por los efectos del mal de altura, y los síntomas varían de persona a persona. Para comprender por qué las personas se ven afectadas de manera diferente, debemos observar cómo la altitud afecta el cuerpo.¿En qué se diferencia la "altitud" del nivel del mar?
El aire se compone de diferentes moléculas como nitrógeno y oxígeno que constituyen la mayor parte de cada respiración que tomamos. Esta composición del aire se mantiene constante, ya sea que estemos al nivel del mar o en altitud.
Sin embargo, con la altitud, la “cantidad" cambia. A nivel del mar, la presión parcial de oxígeno es de 159 mmHg, mientras que a 8848 m sobre el nivel del mar (la cima del monte Everest), la presión parcial de oxígeno es de solo 53 mmHg, una tercera parte.
En altitudes elevadas, las moléculas de oxígeno están más separadas porque hay menos presión para “empujarlas”. Esto significa que hay menos moléculas de oxígeno en el mismo volumen de aire que respiramos.

¿Qué efecto tiene en mi la Atmosféra?
A medida que subimos la montaña disminuye la presión atmosférica y, en consecuencia, la presión de todos los gases (nitrógeno, oxígeno).
La presión atmosférica es la presión que ejerce sobre nuestras cabezas la columna de aire que tenemos en el planeta y que afecta a todas las cosas o personas, esta presión disminuye conforme elevemos la altura, esto se debe a que a mayor altura, menor número de partículas de aire, por lo que cargaremos menos peso de esa columna de aire debido a una escases de partículas.
Por tanto, en la cima del Everest respiramos la misma concentración de aire que en la playa, pero la cantidad de moléculas de oxígeno es menor por que se reduce la cantidad de partículasa medida que subamos.
¿Qué sucede en el cuerpo en altitudes elevadas?
Al estar expuesto a grandes altitudes la cantidad de partículas disminuye, por lo que intentamos respirar más, ya que el cuerpo recibe menos oxígeno en cada respiración e intentará aumentar la absorción de oxígeno mediante respiraciones más frecuentes.
Mientras sigamos subiendo la montaña iremos respirando menos oxígeno, este gas fluye a través de todo el sistema circulatorio, al ser menor la cantidad, también llegará menos oxígeno a los músculos, como consecuencia se formará ácido láctico en los músculos, esto puede causar calambres.
Mientras sigamos subiendo la montaña iremos respirando menos oxígeno, este gas fluye a través de todo el sistema circulatorio, al ser menor la cantidad, también llegará menos oxígeno a los músculos, como consecuencia se formará ácido láctico en los músculos, esto puede causar calambres.
Dentro de las primeras horas de exposición a la altura, también aumenta la pérdida de agua, lo que puede provocar deshidratación. La altitud también puede aumentar tu metabolismo mientras suprime tu apetito, lo que significa que tendrás que comer más de lo que te apetece para mantener un equilibrio energético neutral.
Cuando las personas están expuestas a la altura durante varios días o semanas, sus cuerpos comienzan a adaptarse (llamado "aclimatación") al ambiente con poco oxígeno. El aumento en la respiración que se inició en los primeros segundos de exposición a la altitud permanece, y los niveles de hemoglobina (la proteína en nuestra sangre que transporta el oxígeno) aumentan, junto con la relación entre los vasos sanguíneos y la masa muscular. A pesar de estas adaptaciones en el cuerpo para compensar las condiciones de falta de oxígeno, el rendimiento físico siempre será peor en altura que en el nivel del mar y es capaz de crear enfermedades de montaña.
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