Senderismo

El senderismo nació de algo tan simple como caminar por senderos naturales o marcados, generalmente de baja a media dificultad, con el objetivo de disfrutar el entorno, ejercitarse y aprender del ambiente. No requiere habilidades técnicas complejas como la escalada o el alpinismo, pero sí implica organización, preparación y una buena actitud de observación.
Los antiguos pueblos recorrían montañas, valles y bosques para comerciar, migrar o explorar territorios desconocidos. Con el tiempo, esos caminos se transformaron en rutas de peregrinación, vías de comunicación y, finalmente, en senderos recreativos.
Durante el siglo XIX, con la creación de los primeros clubes alpinos, caminar por la naturaleza dejó de ser solo una necesidad y pasó a convertirse en una práctica deportiva y cultural.
Baden-Powell consideró el senderismo una herramienta educativa fundamental porque conecta al joven con la naturaleza, desarrolla resistencia física, orientación, compañerismo y, sobre todo, fomenta el espíritu de aventura.

Aunque muchas veces se usan como sinónimos, senderismo y trekking no son lo mismo. Ambas actividades implican caminar en la naturaleza, pero tienen diferencias importantes en duración, exigencia, entorno y nivel de autonomía.

Tipos de senderismo

a) Senderismo recreativo

La forma más común. Rutas señalizadas, duración corta o media y enfoque en el disfrute del entorno. Ideal para salidas Scout y caminatas de aprendizaje.

b) Senderismo interpretativo

Enfocado en descubrir flora, fauna, geología, historia o cultura del lugar. Se detiene para observar y reflexionar, integrando actividades educativas.

c) Senderismo de travesía

Recorridos prolongados que pueden durar más de un día. Implica cargar equipo, planear campamentos y gestionar recursos. Desarrolla autonomía y responsabilidad.

d) Senderismo de montaña

Caminatas que ascienden a zonas altas sin necesidad de técnicas de escalada. Requiere buena condición física y conocimiento del terreno.


 Técnica básica de Senderismo

a) Ritmo y respiración

El senderista usa un ritmo constante, no rápido. Respirar tranquila y profundamente mejora la resistencia. Un Scout sabe que “es mejor caminar despacio pero siempre avanzar”.

b) Postura

  • Cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante.

  • Pasos cortos y firmes.

  • No tensar los hombros.

  • Mantener estabilidad en terrenos irregulares.

c) Uso adecuado de bastones

Si se llevan bastones de trekking, deben usarse de forma alternada para equilibrar peso y reducir carga en rodillas.

d) Descansos inteligentes

Se descansan 2–5 minutos cada cierto tiempo, sin detener demasiado el ritmo corporal. Un descanso largo en plena marcha cansa más que ayuda.


Riesgos comunes del senderismo

Aunque es una actividad segura, existen riesgos que un Scout debe saber reconocer:

a) Deshidratación y golpe de calor

Por caminar con sol directo. Se previene hidratándose constantemente y haciendo descansos en sombra.

b) Torceduras y esguinces

Terrenos irregulares pueden provocar lesiones. Se evitan usando calzado adecuado y caminando con cuidado.

c) Pérdida de la ruta

Si no se presta atención a las señales o si el camino se bifurca. Se previene usando mapa, brújula y observando referencias.

d) Cambios climáticos repentinos

Sobre todo en montaña. Se debe llevar ropa de abrigo incluso en días soleados.

e) Fauna y flora peligrosa

Arácnidos, reptiles o plantas irritantes. Se evita meterse en zonas de vegetación densa.


 






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